Es innegable que en los últimos años gran parte de los negocios han desarrollado una alta dependencia en la tecnología. Esto ha propiciado mejoras de productividad, reducción de costes, mayor agilidad en los procesos, y un largo etcétera de ventajas.
Planes de contingencia
Como empresarios responsables del negocio deberíamos tener bien claro que todo puede fallar, y nuestras máquinas tarde o temprano fallarán, por lo que es nuestro deber contemplar planes de contingencia para minimizar el daño provocado por estas situaciones.
Business Continuity
Para asegurar la continuidad del negocio lo primero que debemos hacer es detectar los puntos del sistema que no podemos permitir que fallen y aumentarles la resiliencia, ya sea a través de redundancia o de sistemas de failover. Un claro ejemplo de esto es contratar dos líneas de fibra y balancearlas con un cortafuegos, de modo que evitamos que un corte en el servicio nos deje sin conexión a Internet.
Disaster Recovery
Para el resto de sistemas de la empresa, debemos elaborar planes para tener bien claro qué hacer cuando cada uno de ellos fallen.
Tengamos en cuenta que los planes tienen carácter preventivo y se deben ejecutar desde el día cero, ya que si cuando falle un disco no tenemos los datos replicados en otra ubicación o el backup al día, nadie os podrá ayudar a recuperar esa información ni a volver a la normalidad en el menor tiempo posible.
El valor añadido de Humaniza
Como profesionales del sector IT, en Humaniza siempre hemos hecho hincapié en la necesidad de este tipo de medidas, de modo que cuando nuestros clientes sufran de fallos físicos de sus sistemas, sus negocios no se vean repercutidos.
En resumen, tal y como dice el refranero, más vale prevenir que curar.