Todos queremos una web lo más rápida y segura posible. Para conseguirlo necesitamos mantener limpia y supervisada nuestra colección de plugins.
Cada plugin activo es una carga añadida para la web, tanto a nivel de velocidad como de carga de recursos adicionales (JS, CSS…) que también nos penalizará en rankings web como Google PageSpeed Insights.
Además, un plugin abandonado también puede ser una fuente de vulnerabilidades que nunca serán resueltas si el autor ya no lo mantiene.
Eliminar plugins innecesarios
Una buena práctica en el desarrollo WordPress es intentar resolver las funcionalidades con el mínimo número de plugins añadidos posibles.
En ocasiones, instalamos varios plugins recomendados por la plantilla, que al final no se usan, como plugins de sliders o de tablas de precios.
En otros casos instalamos plugins para probar alguna funcionalidad que al final ha sido descartada o se deja de usar, pero el plugin se queda activo y olvidado.
Siempre que podamos, debemos desactivar (y eliminar) los plugins prescindibles, lo que repercutirá en mejora de velocidad general de la web y nos facilitará el trabajo de mantener la web actualizada.
Sustituir plugins innecesarios
En el caso de que tengamos plugins que han quedado abandonados por el autor pero seguimos necesitando su funcionalidad, debemos sustituir ese plugin, buscando uno equivalente que esté disponible en el repositorio oficial de plugins de WordPress.
Conclusiones
Siguiendo estas pautas de supervisión de nuestra web, minimizamos los problemas que nos puedan causar los plugins.
Esta y otras tareas están incluidas en nuestro servicio de mantenimiento web, contáctanos si deseas que nos encarguemos del mantenimiento de tu web.